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La Alianza para el Gobierno Abierto y la participación de actores: Una experiencia personal

Uche Igwe|

Uno de los retos más difíciles que enfrenta la implementación de reformas es la falta de capacidad de identificar e involucrar a actores relevantes. Existen muchas controversias sobre el significado de la palabra actor. Aunque es una palabra muy útil, su flexibilidad implica cierta complejidad. Algunas personas opinan que es una de las palabras de las que más se abusa en el campo del desarrollo. Para ser un actor en un programa o proyecto, se debe tener un interés en él, independientemente de que dicho interés esté justificado. Muchas personas insisten en que tienen interés en un proyecto aunque muchas veces no lo tengan y cuando las organizaciones son confrontadas, cometen errores que podrían arruinar sus buenas intenciones.  

Por ello, la participación sistemática e incluyente de actores debe ser un componente clave de todas las estrategias organizacionales. Es fundamental entender que hay actores formales e informales. La relevancia de cada categoría de actor determinará el nivel de relación que debe establecerse con ellos. Los actores incluyen representantes de instituciones de gobierno, grupos de la sociedad civil, los medios y otros actores del sector informal. El mapeo de actores y diseño de estrategias de participación para identificar las prioridades de la organización es también muy importante. Algunos actores son socios, por lo que son centrales para el proceso de toma de decisiones y rendición de cuentas, mientras que otros participantes únicamente deben participar en las consultas.

Mi primera experiencia con el involucramiento de actores fue en el marco de la Iniciativa para la Transparencia en la Industria Extractiva de Nigeria (NEITI). Enfocada en la buena gobernanza, por primera vez la iniciativa representaba una oportunidad para que los grupos de la sociedad civil participaran en las reuniones de gobierno en las que se discutían temas de política. Era una idea novedosa, sobre todo en el contexto de un país que tenía historial de haber sido gobernado por un régimen militar. Cuando se lanzó por primera vez la iniciativa, hubo tensiones intermitentes entre el gobierno y la sociedad civil, posiblemente como herencia de la época militar. Sin embargo, poco a poco la relación mejoró y los grupos de la sociedad civil nominaron a un representante para participar en el secretariado del gobierno. Este caso fue un ejemplo de participación de la sociedad civil en la gobernanza que otras iniciativas adoptaron más adelante.

Con la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP por sus siglas en inglés), el involucramiento de actores se llevó a otro nivel en el que la sociedad civil y el gobierno trabajaron en calidad de socios para la identificación de áreas prioritarias de intervención. La participación de reformadores de gobierno y no gubernamentales permite asegurar que se cumpla con el compromiso de hacer que los gobiernos sean más receptivos con sus ciudadanos y que rindan cuentas. El interés que tiene la sociedad civil en el proceso de OGP ha sido muy formativo porque significa que son una parte fundamental de las decisiones.

El Plan de Acción Nacional (PAN), el cual orienta la implementación de los compromisos fue cocreado con la participación de actores. Diseñado alrededor de cuatro áreas temáticas: transparencia fiscal, anticorrupción, acceso a la información y participación ciudadana, el PAN estableció compromisos en 14 áreas clave, incluyendo presupuestos abiertos, contratación abierta, transparencia en los beneficiarios reales y equidad tributaria, entre otras. Una característica particular de OGP es que todos los actores participaron en la toma de decisiones sobre las actividades y por lo tanto también participaron en la implementación. Esto implica una coapropiación y corresponsabilidad de los resultados, se logren avances o no.

Cuando los actores tienen conocimiento sobre el tema en cuestión, la participación es mucho más constructiva. Es por ello que el intercambio de experiencias y la fertilización cruzada de ideas en eventos de aprendizaje son muy comunes en OGP. Si las reformas de OGP permanecen, es muy probable que la relación entre la sociedad civil y el gobierno sea más positiva y de confianza. Se están construyendo estructuras de confianza verticales y horizontales y, en lugar de exclusiones, se están desarrollando alianzas constructivas. Se han establecido redes de relaciones duraderas y desarrollado las capacidades de la sociedad civil para el diseño, implementación y monitoreo de proyectos. Cuando existe un ambiente de confianza mutua, los malentendidos se pueden resolver sin necesidad de convertirse en conflictos.

Del 7 al 11 de mayo, los actores del proceso de OGP se reunirán durante la Semana Global de Gobierno Abierto para hacer un balance de los logros que la iniciativa ha logrado en el tema de gobernanza. Será para ellos una oportunidad para evaluar en qué medida la iniciativa ha cumplido con sus promesas. El objetivo de las acciones de transparencia y de la rendición de cuentas frente a sus ciudadanos es mejorar los servicios públicos y lograr la prosperidad nacional. La lucha contra la corrupción a través de intervenciones directas es útil, pero el objetivo último debería ser establecer estructuras duraderas de rendición de cuentas.

OGP es un modelo global que utiliza la participación de actores para empoderar a los ciudadanos de manera que exijan a sus gobiernos que rindan cuentas. Al final del día, se espera que la iniciativa haga una contribución real a estos objetivos y que lleve a un mecanismo institucionalizado para mejorar la gobernanza de manera más sustentable.

Open Government Partnership