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Elaboración de una propuesta de registro de beneficiarios reales para Chile

Construyendo una Propuesta de Registro de Beneficiarios Finales para Chile

Miguel Figueroa|

Uno de los desafíos clave que enfrentan los estados es promover el crecimiento económico sostenible a través de la competitividad y la eficiencia. Los economistas y empresarios han desarrollado herramientas y estrategias para abordar las distorsiones del mercado y maximizar el bienestar social. Pero los ciudadanos y la sociedad civil han estado en gran parte ausentes del proceso. 

Chile no es una excepción. Sigue siendo un desafío crear espacios de diálogo y llegar a un consenso que beneficie a toda la sociedad. Pero, ¿qué pasa cuando creamos espacios que permiten confrontar diferentes puntos de vista para solucionar ineficiencias económicas? ¿Qué sucede cuando la sociedad civil y los sectores público y privado discuten alternativas a los problemas de bienestar, teniendo en cuenta las opiniones de quienes están más cerca de los problemas y de la implementación de soluciones? 

A través de la co-creación del cuarto Open Government Partnership (OGP) plan de acción para 2018-2020, organizaciones de la sociedad civil, como el Observatorio de Gasto Fiscal y Chile Transparente, destacaron la necesidad de mejorar las herramientas para prevenir, monitorear y perseguir la corrupción en el sector privado

La divulgación de los beneficiarios reales de las empresas es de interés común para los gobiernos y la sociedad civil para ayudarlos a combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Recomendaciones internacionales de GAFILAT y CNUCC, que promueven soluciones concretas en un contexto de incidencia de la sociedad civil y voluntad política para responder a los problemas, llevó a la inclusión del usufructuario transparencia en la agenda pública. 

Este interés común y el interés de la Unidad de Análisis Financiero (UAF), la agencia encargada de prevenir el lavado de activos, de liderar un esfuerzo de múltiples partes interesadas para mejorar los registros de información, creó una ventana de oportunidad para construir de manera colaborativa un política propuesta sobre la creación de un titularidad registrarse en el cuarto plan de acción de Chile. 

Una vez que la compromiso fue redactado, la autoridad fiscal y la entidad encargada de administrar las adquisiciones públicas crearon un comité intersectorial para apoyar su implementación. El comité, encabezado por la UAF, también realizó una consulta pública sobre la creación de un registro de propietarios reales. 

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Los registros de beneficiarios reales son herramientas eficaces contra la corrupción, por lo que deben estar en el centro de la agenda de gobierno abierto en todos los niveles de la sociedad.

Transparencia Internacional Chile

A pesar de los desafíos planteados por la pandemia, el trabajo de la UAF no solo lideró el proceso con éxito, sino que también aseguró la inclusión de las opiniones, perspectivas y recomendaciones del resto de miembros del comité. 

Luego de la creación del comité, comenzamos a organizar un estudio de factibilidad del registro de beneficiarios finales e identificamos fuentes de información nacionales e internacionales que pudieran ayudar a lograr las metas de los compromisos. A partir de este compromiso y del diálogo entre funcionarios públicos y organizaciones de la sociedad civil, se elaboró ​​la primera propuesta de reglamento que fue objeto de Consulta pública para incorporar diferentes puntos de vista. 

La creación del comité de multipartícipes fue clave para el proceso, ya que incluyó las opiniones de los actores clave y promovió la creación de una propuesta que incluía las preocupaciones y necesidades de los actores clave. La clave del proceso fue la creación de asociaciones que permitieron la integración de diferentes puntos de vista y promovieron el trabajo colaborativo hacia un objetivo común. Estos esfuerzos deben alinearse: 

  • Establecer objetivos compartidos entre las partes interesadas públicas y privadas y la sociedad civil. 
  • Desarrollar un liderazgo sólido con la capacidad de promover el diálogo. 
  • Abrir espacios de coordinación interinstitucional y trabajo colaborativo. 
  • Genere consenso, en lugar de centrarse en las diferencias
  • Establecer responsabilidades y cronogramas compartidos para todas las partes interesadas relevantes
  • Utilice canales de comunicación fluidos

En diciembre de 2019, el gobierno del presidente Sebastián Piñera presentó una “Agenda Antiabuso” que busca impulsar una agenda política y legislativa para combatir la corrupción y ayudar a reducir las asimetrías de poder e información entre las empresas y la ciudadanía. La agenda se centra en promover la transparencia en contratación pública y divulgación de los beneficiarios reales de las empresas que prestan servicios al Estado e “identificar y combatir conflictos de interés y evitar la excesiva concentración de poder en la provisión de bienes y servicios al Estado”. Esta agenda reconoce y refleja algunos de los debates y acuerdos alcanzados durante la implementación de este compromiso. 

La mayor innovación en el proceso es la capacidad de la sociedad civil y los actores públicos de unir sus puntos de vista, construir un proceso de aprendizaje colectivo que permita integrar sus aciertos y fracasos en el desarrollo de una propuesta para mejorar la competitividad de la obra pública, obstruir los mecanismos. facilitar la corrupción en las empresas y poner a las personas en el centro del bienestar económico. 

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