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Dinero, toma de decisiones y democracia: una nueva experiencia desde Buenos Aires

Alvaro Herrero|

Uno de los resultados positivos del Programa piloto subnacional de OGP es que crea relaciones entre ciudades y gobiernos de ideas afines. Estas relaciones resultan en intercambios de conocimientos, prácticas y experiencias. Buenos Aires Elige (BA Elige), una plataforma a través de la cual los ciudadanos pueden aportar sus ideas, debatirlas y hacerlas competir por el apoyo de sus conciudadanos, es una iniciativa que ejemplifica los resultados de dicha colaboración.

De hecho, durante el Reunión regional de gobierno abierto de gobiernos subnacionales celebrada en Buenos Aires en noviembre 2016, Miguel Arana, director del Proyecto de Participación de la Ciudad de Madrid, vino a compartir ¡Decide Madrid !, una plataforma ya en funcionamiento, que permitió lo que los funcionarios de Buenos Aires estaban pensando hacer; poner al descubierto las ideas de la gente sobre la forma en que el estado asigna sus fondos. ¡Decide Madrid! La plataforma, construida sobre software libre, estaba disponible para que la usaran los oficiales de Buenos Aires. Y así lo hicieron. El 30 de marzo, el alcalde Horacio Rodríguez Larreta presentó el proyecto a un grupo de vecinos comprometidos y entusiastas.

La idea detrás de Decide Madrid y BA Elige es similar; involucrar a los ciudadanos directamente en la asignación de fondos públicos, y aprovechar sus ideas y compromiso. En cierto modo, estas iniciativas utilizan las nuevas tecnologías y nuestros ciudadanos siempre conectados para darle un giro innovador a la idea anterior del concepto de presupuesto participativo. Creemos que estas iniciativas son la evolución de dicho concepto.

BA Elige tiene cuatro etapas:

  1. Creación. Aquí, los ciudadanos aportan ideas y proyectos. Cualquiera de cualquier origen puede contribuir. Ni siquiera necesitan vivir en Buenos Aires. Como ciudad cada vez más globalizada, Buenos Aires puede beneficiarse de las ideas de cualquier persona en todo el mundo.

  2. Apoyar. Las propuestas que hacen los ciudadanos reciben el apoyo de sus conciudadanos. La idea es hacerlos competir entre sí, para que las mejores ideas, las más relevantes, que aborden con mayor claridad los desafíos de la ciudad, obtengan más apoyo que las demás.

  3. Análisis. Todas las ideas pasan por un filtro de funcionarios públicos a cargo de sopesar las ideas en términos de su factibilidad. Los que son demasiado costosos, por ejemplo, no pasarían este análisis. El objetivo es asegurarse de que todas las ideas que pasarán por los pasos finales del proceso sean factibles, dado que el paso final es decisivo.

  4. Votación. Finalmente, todos los ciudadanos de Buenos Aires mayores de 16 años podrán votar en el grupo final de ideas. Y su voto decidirá qué ideas se convertirán en un proyecto real y cuáles no. El gobierno de la ciudad de Buenos Aires no intervendrá en esta etapa. Las ideas ganadoras se presupuestarán y planificarán en consecuencia, y la agencia gubernamental pertinente supervisará su ejecución.

El presupuesto asignado para este proyecto es de aproximadamente 35 millones de dólares. La cantidad involucrada muestra el tipo de fe y confianza que el gobierno de la ciudad tiene en sus ciudadanos, un grupo de personas diversas, entusiastas, informadas e involucradas de diversos orígenes, creencias e ideas. Estos fondos se distribuirán entre las comunas de la ciudad, los departamentos administrativos en los que se subdivide el territorio de la ciudad. Más dinero irá al comunas que, según los datos socioeconómicos, los necesitan más. Habrá categorías para ayudar a los ciudadanos a navegar propuestas (innovación, cultura, transporte, gestión de residuos, etc.) y la votación tendrá lugar en agosto, 2017.

Cuando Madrid mostró los procesos de discusión en torno a ¡Decide Madrid! en las redes sociales, a principios de este año, estábamos muy emocionados de ver las imágenes y el compromiso de los ciudadanos de Madrid. Un proceso de deliberación colectiva en torno a ideas producidas por los propios ciudadanos parece un sueño hecho realidad para los entusiastas de la democracia directa. Y eso es así porque las ciudades pueden involucrar a los ciudadanos de una manera diferente a los gobiernos nacionales. Sus necesidades, inquietudes e ideas están más cerca de los funcionarios gubernamentales encargados de darles respuesta. En un contexto en el que la gobernanza democrática en todo el mundo atraviesa un momento de ansiedad, los gobiernos de las ciudades pueden innovar de una manera que señale el camino de un futuro posible para las instituciones democráticas.

 

Open Government Partnership