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Desafíos y aspiraciones del programa piloto subnacional en Buenos Aires

Retos y aspiraciones del programa piloto subnacional de Buenos Aires

Alvaro Herrero|

La Reunión Regional en Montevideo marcó un hito en la historia de la Open Government Partnership: por primera vez participaron oficialmente cuatro gobiernos locales de América Latina: Buenos Aires, Argentina; Jalisco, México; La Libertad, Perú; y San Paulo, Brasil (todos los cuales forman parte de la nueva OGP Programa piloto subnacional).

Los gobiernos subnacionales representan una plataforma ideal para las prácticas de gobierno abierto ya que son ellos quienes están en contacto directo con los ciudadanos. Por ello su incorporación constituye un avance relevante y fundamental en el proceso de maduración de OGP. Ampliar su enfoque era un paso que OGP debía dar: no como una forma caprichosa de aumentar el número de participantes, sino porque la inclusión de los gobiernos subnacionales multiplica las posibilidades de un impacto real en la vida de las personas. Al fin y al cabo, de esto se trata el paradigma de gobierno abierto: mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través del fortalecimiento de la democracia y la defensa de la derechos humanos.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires parte de una base sólida en materia de transparencia. Fue una de las primeras ciudades en contar con una Ley de Acceso a la Información Pública, la cual fue promulgada en 1998. También innovó en 2012, con su datos abiertos política, liderando no solo a Argentina sino a toda la región. Y si bien la Ciudad ya participaba informalmente en las reuniones de OGP y se beneficiaba del intercambio de conocimientos compartidos, unirse oficialmente a la Asociación constituyó una oportunidad única para formalizar y fortalecer estos esfuerzos.

El desafío, por supuesto, comenzó recientemente. Estamos desarrollando la metodología de trabajo que, en colaboración con la sociedad civil, guiará la elaboración de nuestro primer Plan de Acción. Ya tuvimos nuestra primera reunión, durante la cual acordamos la formación de un grupo de trabajo integrado por organizaciones con experiencia en la Alianza y un comité de gobierno que reunirá a tres órganos clave: la Secretaría General, el Ministerio de Modernización y el Ministerio de Gobierno Buscamos de esta manera crear una alianza sólida entre las instancias de gobierno que son vitales para la gestión exitosa de este proceso y las organizaciones con mayor experiencia en materia de gobierno abierto. Este grupo de trabajo será el encargado de definir no sólo la metodología de co-creación sino también los términos de la convocatoria más amplia al resto de la sociedad civil. Ahora mismo estamos trabajando en el desarrollo de esta metodología. Una vez que finalicemos este proceso, haremos un llamado más amplio para crear grupos sectoriales de actores públicos y privados clave que trabajarán en compromisos relevantes para cada sector (salud, educación, Etc).

Entramos en este proceso de co-creación con una actitud abierta y muchas esperanzas. Estamos llevando muchas ideas al grupo de trabajo, y estas, por supuesto, deben ser aprobadas por las organizaciones sociales. Deseamos que el plan de acción incluya elementos del sector que tengan un impacto real en la calidad de los servicios públicos (educación, salud, transporte, vivienda). Esto es por varias razones. Por un lado, está de acuerdo con la recomendación de los expertos y la experiencia adquirida a través de los Planes de acción nacionales. Por otro lado, creemos que es la mejor manera de generar compromisos ambiciosos y relevantes, especialmente para los gobiernos subnacionales donde la administración está más cerca de los ciudadanos y los compromisos con objetivos concretos pueden tener un impacto más directo en la vida de los vecinos.

También deseamos que Buenos Aires sirva como un espacio de difusión de prácticas de gobierno abierto al resto del país. Esta es una idea con la que nos comprometimos cuando postulamos al programa piloto subnacional y que nos entusiasma especialmente. Significa compartir experiencias y potenciar el trabajo de otros municipios y provincias que comienzan a desarrollar prácticas de gobierno abierto. También es importante para nosotros que nuestro primer plan de acción incluya la participación de la legislatura y la judicial. Creemos que el paradigma del gobierno abierto debe aplicarse a los tres poderes del estado, yendo más allá de los límites actuales del gobierno abierto y conduciendo a una noción integrada de un "Estado abierto". Esperamos poder compartir en la próxima reunión regional los resultados de este arduo proceso de co-creación, que sin duda enriquecerá a gobierno y sociedad civil por igual.

La reunión regional llegó en el momento justo para nosotros, al comienzo de un camino desafiante. Nos permitió conocer a nuestros pares de los otros gobiernos subnacionales participantes e intercambiar ideas sobre cómo implementar este proceso. También sirvió para fortalecer nuestros lazos con expertos y representantes de organizaciones de la sociedad civil. Fue una experiencia que encarnó todo el bien que OGP presenta para los gobiernos y la sociedad civil, en términos de participación, intercambio de experiencias y aprendizaje mutuo. Sentir que uno es parte de un movimiento global destinado a crear una mejor democracia produce tanto entusiasmo como un fuerte sentido de responsabilidad en todos los actores involucrados, dos condiciones clave para crear los cambios necesarios para tal democracia.

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