La inclusión es fundamental para lograr una gobernanza más equitativa, representativa y responsable. A pesar del progreso que el mundo ha visto en los últimos 30 años, las comunidades en todas partes luchan con desigualdades sistémicas y sistemas de discriminación profundamente arraigados, incluidas creencias, normas y leyes económicas, políticas, sociales y culturales.
Para que los gobiernos sean verdaderamente abiertos y representativos, deben servir a todas las personas, incluidas aquellas que puedan tener necesidades políticas específicas; experimentar vulnerabilidades físicas, intelectuales o sociales; o carecen de acceso o influencia política. El gobierno abierto es una vía importante para ampliar la base de participación diversa en la formulación de políticas y garantizar que las políticas reflejen las necesidades, las prioridades y los aportes de quienes las utilizan.
Desde 2011, los miembros de OGP han realizado más de 400 compromisos relacionados con la inclusión de comunidades históricamente subrepresentadas en los esfuerzos de gobierno abierto. Si bien los compromisos de inclusión han abordado una variedad de necesidades de grupos vulnerables o subrepresentados, ciertos grupos se han incluido de manera más consistente en los compromisos en OGP. Las comunidades de compromiso incluyen aquellas que se identifican como mujeres y niñas, miembros de la comunidad LGBTQIA+, jóvenes, personas con discapacidades y más comunidades específicas de países o regiones. Los compromisos van desde ampliar el acceso a la atención de la salud sexual y reproductiva, servicios de educación o empleo específicos, presupuestos participativos inclusivos o acceso a adquisiciones hasta aumentar el liderazgo y la representación en los órganos de toma de decisiones.