Antes de unirse
Pre-membresía - no elegible
Un país solo puede unirse a OGP si supera el umbral de elegibilidad, lo que significa alcanzar un nivel mínimo relativamente bajo de desempeño en transparencia fiscal, acceso a la información, divulgación de activos y participación ciudadana. Podría ver esto como un primer paso importante en el proceso de convertirse en un gobierno y una sociedad abiertos.
La acreditación puntajes de elegibilidad de todos los países están disponibles y son un buen punto de partida para ver si la evaluación realizada por OGP es correcta y qué esfuerzos adicionales son necesarios. En algunos países, las agencias bilaterales y multilaterales como el PNUD y el Banco Mundial apoyan a los gobiernos para que sean elegibles para OGP.
Los actores de la sociedad civil pueden defender con sus gobiernos que la membresía sería una buena manera para que el país mejore su imagen, mejore la prestación de servicios, estimule la innovación, se vuelva más eficiente o fortalezca el vínculo entre el gobierno y los ciudadanos. Estos son algunos de los argumentos a menudo citados para unirse a OGP.
Pre-membresía - elegible
Como primer paso para participar en OGP, los países elegibles envían una carta de intención que indica el compromiso de su gobierno de abrir el gobierno y la intención de participar en la Asociación.
Para obtener una lista actualizada de los países participantes de OGP, haga clic en aquí.
Hay algunos ejemplos interesantes donde el interés de unirse en realidad no vino del gobierno. Por ejemplo, en los Países Bajos fue el parlamento quien presionó para obtener la membresía de OGP. En países como Polonia, Bosnia y Uganda hay coaliciones que abogan activamente por la membresía.
Ese es también el caso de Irlanda, donde el impulso inicial de un grupo de ciudadanos activos generó un interés más amplio por parte de la sociedad civil. Colectivamente presionaron para que la membresía explorara todas las conexiones que tenían, desde parlamentarios hasta estrellas del pop; diplomáticos involucrados de países miembros de OGP; organizó reuniones con parlamentarios y funcionarios públicos, proporcionándoles argumentos convincentes y adaptados a los beneficios de la afiliación; y mantuvo la presión utilizando especialmente las redes sociales.
Después de enviar y aprobar una carta, un país tiene hasta un año para consultar con la sociedad civil sobre cuáles deberían ser las prioridades nacionales y finalizar este período con un plan de acción concreto que extienda al país más allá de la práctica actual. Esta consulta debe ser más que una reunión única: la idea es que el plan de acción se desarrolle a través de un proceso interactivo de múltiples partes interesadas, con la participación activa de los ciudadanos y la sociedad civil.
Documentos prácticos:
Puntuaciones de elegibilidad
El caso irlandés (fase 1)
El caso irlandés (Fase 2)