Saltar navegación

Democracia e inmigración: cultura del miedo

Rabee Alrefai|
"

Rabee Alrefai

No podemos ignorar el hecho de que los migrantes tienen el potencial de influir positivamente en la recuperación y el desarrollo de los valores democráticos no solo en Europa, sino también en sus países de origen si regresan con la experiencia de haber vivido en sociedades democráticas.

Volver a la página principal

El impacto de la inmigración y la reciente crisis de refugiados han contribuido juntos al surgimiento de partidos de extrema derecha en Europa, lo que a su vez representa una grave amenaza para la salud de la democracia en el continente.

La democracia depende de la confianza entre los ciudadanos, lo que les permite trabajar colectivamente como parte de un sistema político. En 2013, Europa y otros países del mundo experimentaron un aumento sin precedentes en el número de refugiados y solicitantes de asilo. En consecuencia, esto llevó a que los ciudadanos europeos se dividieran políticamente de una manera nunca antes vista.

Está bien documentado* que la mayoría de los migrantes y refugiados provienen de países gobernados por dictadores, y que la mayoría de ellos son musulmanes. Este hecho ha sido explotado por los partidos de derecha para ganar votos y alcanzar posiciones de poder en diferentes países de Europa. Estas partes provocan habitualmente temor público sobre la supuesta amenaza que representan los recién llegados a la cultura, la economía y la seguridad de la UE.

Sintiéndose amenazadas, las personas comienzan a considerar la seguridad como una prioridad urgente. Más importante aún, comienzan a alejarse de los valores europeos de libertad y democracia defendidos desde hace mucho tiempo. En mi opinión, se puede argumentar que controlar la migración será bueno para la democracia. Al mismo tiempo, no podemos ignorar el hecho de que los migrantes tienen el potencial de influir positivamente en el renacimiento y el desarrollo de los valores democráticos no solo en Europa, sino también en sus países de origen si regresan con la experiencia de haber vivido en sociedades democráticas.

Podemos mejorar la democracia trabajando en aspectos que contribuyan a un futuro positivo. Un buen futuro es aquel en el que las personas se sienten seguras nuevamente y adoptan sus valores. Un buen futuro es también el que hace que los migrantes crean que la democracia es la solución a los mismos problemas que los obligaron a abandonar sus países en primer lugar.

Promover la participación de los migrantes en la vida política es de suma importancia. Permitir que los migrantes y los refugiados sean parte de la toma de decisiones es el primer paso hacia su integración. La oportunidad de hablar por sí mismos, un sentimiento que la mayoría de ellos extraña, hará que este grupo crea que son parte de su nueva sociedad. También los motivará a desempeñar su papel en la protección de los valores y la seguridad de su nueva patria o la de sus hijos.

Escuelas que enseñen a los niños que tienen los mismos derechos y deberes en la sociedad, independientemente de su raza, género, o la religión contribuirá a formar ciudadanos ilustrados. Enseñar a los niños cómo la democracia condujo, en mi opinión, a que Europa sea el continente más exitoso del mundo los convertirá en futuros guardianes de la democracia y la libertad.

Es bien sabido que el fascismo, el comunismo y el extremismo religioso son los enemigos de la democracia. En la era digital en la que vivimos, algunos políticos se han convertido en las amenazas más peligrosas para la salud de la democracia. Las redes sociales les permiten a estos políticos comunicarse directamente con sus votantes. Sin embargo, en lugar de aprovechar esta oportunidad para mejorar la participación ciudadana, esos mismos políticos usan las redes sociales para socavar la democracia al permitirse la política de mentiras y miedo, lo que provoca la ira del público.

Los migrantes y refugiados junto con políticos y partidos políticos que creen en la democracia deben usar las redes sociales para combatir el engaño y el miedo al compartir con los ciudadanos europeos datos sobre quiénes son, qué quieren, por qué emigraron a sus nuevos países y cómo perciben el futuro. Esto requiere un gran esfuerzo y apoyo, pero es, sin duda, una forma de reunir a personas de ambos lados y permitirles discutir temas que les preocupan, en lugar de alimentar la retórica venenosa de los políticos de derecha.

La migración ha sido y siempre seguirá siendo un desafío trascendental. Europa debe saber que todo ser humano en este mundo ve en este continente el lugar de nacimiento y protector de derechos humanos y valores democráticos. Si los ciudadanos europeos quieren alejarse de la democracia, tendrán que pensar en otro nombre para Europa.

* Por ejemplo: http://www.europarl.europa.eu/news/en/headlines/society/20170629STO78630/eu-migrant-crisis-facts-and-figures

Aún no hay comentarios

Deje un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Las areas obligatorias están marcadas como requeridas *

Más información

Miniatura para ¿Confiamos en la democracia? Una agenda futura para Europa

¿Confiamos en la democracia? Una agenda de futuro para Europa

Las elecciones europeas de 2019 pidieron a los votantes elegir entre más o menos Europa, entre inclusión y diversidad o exclusión y nacionalismo, y entre sociedades más abiertas o…

Open Government Partnership