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Estados Abiertos para el desarrollo global

Rudi Borrmann|

En diciembre de 2015, la República Argentina inició un camino de reconstrucción de sus instituciones y de apertura al mundo. El propio presidente Mauricio Macri reafirmó durante la apertura de las sesiones legislativas la importancia de trabajar para “construir un gobierno abierto a sus ciudadanos”. Así es como en el marco del Plan Nacional de Modernización del Estado empezamos a trabajar en una estrategia nacional de Gobierno Abierto que ponga al ciudadano en el centro.

En un escenario global complejo creemos firmemente que la colaboración entre los Estados y el trabajo conjunto con organizaciones de la sociedad civil resultan clave para fortalecer nuestras democracias en su tránsito al Siglo XXI. En ese contexto la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP por sus siglas en inglés) representa hoy la mayor coalición de reformadores que trabajan en distintos puntos del planeta para ayudar a reconstruir la confianza en nuestras instituciones.

Argentina tiene mucho para ofrecer al mundo. En este sentido nuestro próximo ingreso al Comité Directivo de OGP se inscribe en nuestro compromiso de ser un actor global comprometido con el desarrollo de Gobiernos más abiertos, fortaleciendo esta institución para ayudar a acelerar las reformas necesarias y apoyar los esfuerzos globales en esta materia.

El momento del Estado Abierto es ahora. Argentina buscará ayudar a fortalecer esta visión en la que los poderes legislativos y judiciales deben ser parte necesaria, como así también los órganos de control y garantes de derechos.  No hay reforma de apertura sostenible en el tiempo si no trabajamos en construir esta mirada integradora que asegure la plena inclusión y empoderamiento de la ciudadanía.

Transformar la cultura estatal es una tarea que lleva tiempo y resulta esencial trabajar en el desarrollo de las capacidades, los conocimientos y las habilidades que demanda el Siglo XXI. Es en ese contexto en que el principio de apertura resulta un valor fundamental para navegar las complejidades de la época.

Otro componente relevante es el enorme avance que gobiernos subnacionales están llevando adelante en materia de apertura; es justamente el ámbito local el que dio nacimiento a la tradición de participación ciudadana, en las plazas, en los foros de discusión. Vemos hoy ricas y variadas innovaciones llevadas adelante por municipios y provincias que pueden enseñarnos mucho y potenciar el rol de los Estados nacionales.

Una agenda global de gobierno abierto no puede estar desacoplada de nuestros grandes objetivos globales. OGP debe ser una potente plataforma que contribuya a avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, adoptando acciones que aceleren esta agenda, y acerquen a más ciudadanía a ser parte de la construcción de soluciones.

Hace menos de un mes, durante la Cumbre de las Américas 2018, los líderes dieron un fuerte impulso a la agenda de apertura de datos. Esto representa una oportunidad para generar acción global que acelere la colaboración y el desarrollo de compromisos de apertura que además de la agenda de transparencia y lucha contra la corrupción, puedan ser vehículos para el desarrollo económico y social. OGP puede jugar un importante rol como un acelerador de esta agenda.

Finalmente este año la República Argentina tiene a cargo la presidencia de uno de los foros globales más importantes: el G20. En este marco impulsaremos los principios de apertura para fortalecer la agenda de consensos y asegurar que las políticas públicas globales incorporen estos valores.

Esperamos profundizar estas discusiones en la Cumbre Global en Georgia… ¡y continuarlas en septiembre en Buenos Aires en la 5ta edición de la Conferencia Internacional de Datos Abiertos, a la que están todos invitados!

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