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Más es más: Cómo alcanzar el potencial de Open Government Partnership a través de compromisos más ambiciosos

Joseph Foti|

 

 

 

Muchas veces decimos: “Menos es más”. Sin embargo, a veces simplemente más es más. En OGP, hay demasiado pocos compromisos de alto impacto. En cuanto a la ambición de los planes de acción, más es más. Nuestro análisis de los planes de acción de OGP demuestra que los planes de acción más ambiciosos llevan a mejores resultados.

 

En la Cumbre de París de 2016, el director ejecutivo de OGP, Sanjay Pradhan hizo un llamado a desarrollar compromisos más ambiciosos. El objetivo era simple: todos los países deben tener al menos dos compromisos de gobierno abierto completos y diseñados para hacer una diferencia real. En OGP, a estos compromisos les llamamos “estelares”.

 

Dos años después, podemos ver que estamos muy lejos de ese objetivo. El Mecanismo de Revisión Independiente de OGP evaluó 800 compromisos y los resultados dan mucho de qué hablar. (En este documento más extenso analizamos otras preguntas y hacemos un breve análisis sectorial).

 

En pocas palabras, estamos en camino, pero aún hay mucho trabajo por hacer. Los hechos son:

 

  1. Por cada país, no hemos alcanzado el objetivo de “dos por país”. El análisis reveló que avanzamos de tener 0.8 compromisos estelares por país a 1.2. No está mal, pero no es suficiente.
  2. Interesantemente, el nivel de cumplimiento no es la mayor limitante. Aunque la tasa de cumplimiento de los compromisos se duplicó, el número de compromisos no alcanzó el mismo avance.

 

La pregunta es: si el nivel de cumplimiento es un problema cada vez menor, entonces ¿Por qué no tenemos más compromisos estelares?

 

El diseño de los planes de acción es, por mucho, el problema más grande en tanto su nivel de ambición es muy bajo. Analizando la figura que presentamos a continuación, el vacío en el diseño es mucho más amplio que el de implementación. Cuatro por ciento de los compromisos habrían sido estelares si se hubieran completado. Sin embargo, 89% de los compromisos nunca hubieran sido estelares por que no son relevantes (11%), específicos (9%) y no tienen impacto significativo (69%).

Figura: El vacío en el diseño es mucho mayor que el de implementación.

       

 

 

¿Qué implica esto para OGP?

 

El vacío en la ambición implica que debemos cambiar y fortalecer la forma en la que trabajamos. Muchas veces creemos que redoblando los esfuerzos en la implementación lograremos un mayor retorno a la inversión, pero esta idea está equivocada. Aun si los países implementaran todos los compromisos potencialmente estelares, no tendríamos dos estrellas por país. (Además, tenemos que discutir el tema de la distribución irregular de las estrellas, pues hay países que tienen pocas y otros que tienen muchas).

 

 

El apoyo a la implementación puede ser muy costoso, difícil de escalar y además no es una función central de OGP, pues la alianza sobre todo opera estableciendo relaciones y generando un espacio para compartir ideas. Entonces, resulta fundamental invertir en planes de acción sólidos (este año tenemos un número récord de ellos).

 

La pregunta de cómo reducir el vacío en la implementación no es fácil de responder. Comúnmente se describen tres barreras para contar con compromisos más ambiciosos: política, asuntos técnicos y forma.

De los tres, la forma es lo más fácil de resolver. Necesitamos planes de acción más concisos, dinámicos y ambiciosos. Por ejemplo, algunos compromisos son de alto impacto, pero tienen interminables entregables y un lenguaje demasiado burocrático.

 

Beyond ambition, the importance of strong peer exchange and support has never been clearer. We need more examples, like open contracting and beneficial ownership, where governmental, multilateral, and civil society partners have been able to use OGP as a lever to move a concept from a nebulous idea to an emerging norm.

 

Además de la ambición, la importancia del intercambio y apoyo entre países nunca había sido más clara. Necesitamos más ejemplos, como en el caso de contratación abierta y beneficiarios reales, en los que el gobierno, iniciativas multilaterales y la sociedad civil han aprovechado a OGP como una herramienta para lograr que un concepto que inicialmente era una idea borrosa, ahora es una norma emergente.

 

En cuanto a la política, necesitamos que toda la comunidad de OGP, especialmente los miembros y fundadores del Comité Directivo, enseñen con el ejemplo. Los compromisos ambiciosos y que han logrado implementarse pueden ser adaptados por otros países. Es aquí donde entran ustedes, miembros de la comunidad de OGP.

 

 

 

Open Government Partnership