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OGP en Madrid: Reflexiones de un año piloto

J. Ignacio Criado|

Sobre la Evaluación del I Plan de Acción de Gobierno Abierto del Ayuntamiento de Madrid

Acaba de completarse el ciclo del I Plan de Acción de Gobierno Abierto del Ayuntamiento de Madrid de la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP por sus siglas en inglés) con el cierre de su evaluación (se puede encontrar aquí).[1] La ciudad de Madrid fue seleccionada como parte del proyecto piloto para gobiernos locales de la AGA en 2016. Finalizada la evaluación de todo el proceso, podemos afirmar que Madrid se encuentra entre las entidades que registran un mayor avance en la apertura de las prácticas gubernamentales, comparándola con las otras 14 de carácter sub-nacional que participan en la AGA, si bien se recomienda una mayor colaboración con actores de la sociedad civil en la elaboración e implementación de los compromisos. A continuación, destaco algunos de los resultados más sobresalientes de la evaluación, las oportunidades de mejora, así como impresiones personales sobre el futuro del Gobierno Abierto en Madrid.

De entrada, hay que plantear algunas ideas sobre el proceso de evaluación en sí mismo, dado que es un marco con algunas rigideces formales. La evaluación cubre el proceso de formulación del plan (últimos meses de 2016), así como el proceso de implementación desde el 1 enero al 31 diciembre 2017. El documento elaborado refleja una evaluación que sigue los parámetros del MRI-AGA, teniendo en cuenta de manera concreta los cinco compromisos establecidos por el Ayuntamiento de Madrid en su primer plan de acción: (1) creación de un registro de lobbies obligatorio; (2) creación de un nuevo portal de transparencia del Ayuntamiento de Madrid; (3) desarrollo de los presupuestos participativos; (4) extensión de la política de participación ciudadana; y (5) desarrollo de mecanismos eficaces de normativa colaborativa. Como se deduce de su redacción, los objetivos seleccionados inicialmente por el Ayuntamiento de Madrid son muy abiertos y ambiciosos y, como se indicó en el informe inicial de evaluación, no fácilmente mensurables para un evaluador externo. 

Respecto de cada uno de los compromisos se ha evaluado su nivel de especificidad, relevancia a los valores de la AGA, impacto potencial, nivel de cumplimiento, así como si se avanzó en la apertura del gobierno (ver Tabla 4. Resumen de la evaluación del progreso por compromiso’ del Informe de evaluación del IRM). A partir del contenido del documento de evaluación, se puede destacar que “todos los compromisos representan una apertura en las prácticas gubernamentales, así como una manera diferente de entender la participación ciudadana, otorgando mayor énfasis a su dimensión directa, individual y por medios telemáticos, lo que se ha denominado democracia directa por parte de los responsables del Ayuntamiento de Madrid”. Así, los cinco compromisos se centraron en el Área de Participación Ciudadana y Transparencia (y Gobierno Abierto) del Ayuntamiento, que ha liderado todo el proceso. Sus principales implicaciones se desarrollan a continuación.

Entre todos los compromisos, dos tienen que ver con la transparencia y otros tres con la dimensión de la participación ciudadana. En el primer caso, la existencia de un registro de lobbies tiene incidencia en los procesos de adopción de decisiones públicas. No sólo se abre la puerta a mejorar la trazabilidad del proceso de toma de decisiones, sino que también, en este caso, se ha definido un sistema de promoción (vía telemática) que puede superar algunas de las limitaciones que estos registros tienen en otros contextos. Junto a ello, la ambición del portal de datos abiertos del Ayuntamiento de Madrid no sólo ha permitido el cumplimiento normativo de su Ordenanza de Transparencia (ya de una ambición importante), sino que también, la apertura de más de 300 conjuntos de datos debería ser el primer paso para que la ciudadanía, así como otros actores de la ciudad (incluyendo empresas, organizaciones de la sociedad civil, periodistas, académicos, etc.) puedan conocer mejor todo lo que acontece en su ciudad, así como involucrarse en las decisiones públicas con una información de mayor calidad.

Los otros compromisos han estado relacionados con la innovación en la participación ciudadana. Sobresale la utilización de la plataforma web DecideMadrid, convertida en referente internacional, y por la que el Ayuntamiento de Madrid ha recibido un premio de Naciones Unidas.[2] A través de ella se han fortalecido los presupuestos participativos, que han experimentado un aumento de la cantidad directamente decidida a través de la votación directa de la ciudadanía (100 millones de euros en 2017), además de lograr el establecimiento de un sistema de seguimiento de los proyectos hasta su ejecución, tal y como se ha evidenciado en distintos casos concretos. Adicionalmente, en materia de participación ciudadana también cabe destacar la mejora del sistema de normativa colaborativa, es decir, la participación de la ciudadanía, a través de la web DecideMadrid, en el proceso de elaboración de la normativa que posteriormente debe aprobar el Ayuntamiento, abriendo estas dinámicas participativas a más sectores de población.

Por otro lado, el informe contiene un apartado con recomendaciones para mejorar el futuro plan de acción del Ayuntamiento de Madrid. Esas cinco recomendaciones se refieren tanto a algunas cuestiones ligadas con el proceso de creación del plan de acción, los actores involucrados en el proceso de creación y su implementación, así como la naturaleza misma de los compromisos a adquirir. Cada una de ella se considera como una oportunidad de mejora de cara a un nuevo plan de acción. Las cinco recomendaciones son las siguientes:

  • 1. Ampliar y potenciar el alcance de la participación de la ciudadanía en todo el proceso de definición, diseño, implementación y evaluación del plan de acción.
  • 2. Dotar de mayor presencia a diferentes áreas del gobierno municipal a través de espacios/foros multi-área o inter-administrativos.
  • 3. Profundizar en los mecanismos de evaluación dinámica de los compromisos y asociarlos a la rendición de cuentas.
  • 4. Incrementar la diversidad temática de los compromisos, poniendo el acento en los que afectan directamente la calidad de vida de las personas que residen en la ciudad, alineando el Gobierno Abierto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
  • 5. Institucionalizar el gobierno abierto como política pública municipal, más allá del proceso piloto subnacional de la AGA.

Las cinco recomendaciones se desarrollan en el documento de evaluación con ideas sobre el futuro del Gobierno Abierto en Madrid (algunas de las cuales, se atienden ya en el II Plan de Gobierno Abierto de Madrid 2018-2020). Por ejemplo, se habla de extender la convocatoria ciudadana a una cantidad mayor, y más variada, de colectivos y organizaciones de la sociedad civil. También se plantea la necesidad de crear e institucionalizar un mecanismo de colaboración entre diferentes áreas del Ayuntamiento para compromisos que requieran de cooperación inter-departamental. Asimismo, junto con el establecimiento de compromisos que puedan ser verificados a través de indicadores e hitos mensurables, también se sugiere el establecimiento de un mecanismo de evaluación dinámica a lo largo del proceso de implantación del plan de acción, en línea con una mejor rendición de cuentas. Adicionalmente, se habla de la posibilidad de desarrollar una estrategia nítida orientada a alinearse con los ODS, centrándose en temáticas concretas de calado para la ciudad y, especialmente, cuestiones que se identifican como principales problemas para la ciudadanía, tanto en sugerencias y reclamaciones, como en las encuestas que realiza el propio Ayuntamiento.

A nivel personal, desde la perspectiva de futuro sobre el Gobierno Abierto en Madrid, me gustaría destacar aquí la importancia de su institucionalización como política pública municipal, más allá de los compromisos con la AGA en sus planes de acción. Si identificamos institucionalizar con cambiar los procesos (formales y no formales), rutinas, formas de hacer las cosas, símbolos, etc., lo anterior significa que la consolidación del Gobierno Abierto dentro de la organización de gobierno municipal y la ciudad en su conjunto requiere innovar en procesos y con personas, pero también con nuevos valores y tecnologías más inteligentes, independientemente de personas electas y directivas, así como de los cambios políticos que se puedan producir. En otras palabras, a pesar de que se pueda considerar satisfactorios los avances en materia normativa, tecnológica y procedimental, es fundamental extender el Gobierno Abierto y lograr que la transparencia, rendición de cuentas, participación y colaboración atraviesen el conjunto de las políticas públicas locales, reforzando su irreversibilidad.

Adicionalmente, el futuro del Gobierno Abierto requiere formación y sensibilización, tanto dentro de las administraciones públicas, como entre la ciudadanía. La formación del personal que trabaja dentro de diferentes ámbitos del sector público es fundamental, no sólo para dotar de nuevos conocimientos y habilidades sobre las temáticas de transparencia o participación ciudadana (que preocupan, y a veces, generan inquietud entre el personal público), sino también para aumentar la complicidad con quienes implementan Gobierno Abierto y desean un cambio cultural necesario para llevarlo a cabo, así como promover un mayor sentido de cercanía con la ciudadanía.

Unido a ello, la sensibilización de la ciudadanía en materia de Gobierno Abierto es clave ya que es colaboradora necesaria en la transformación de las ciudades y, sobre todo, la mejora de los procesos de adopción de las decisiones públicas, de cara a resolver los problemas comunes en sociedades cada vez más complejas. Este aspecto, en definitiva, representa el horizonte del Gobierno Abierto, así como la aspiración de cualquier sociedad de contar con un Buen Gobierno y una Gobernanza Inteligente.[3] De ello depende, en no pequeña medida, el futuro de nuestras democracias.


[1] He tenido la oportunidad de desarrollar esta actividad evaluadora durante más de un año de intenso trabajo y la colaboración de todo el equipo del Mecanismo de Revisión Independiente (MRI) de la AGA, al que deseo dar las gracias por todo el apoyo recibido (especialmente a Gustavo Pérez Ara).
[3] Criado, J. Ignacio. (ed.) (2016). Nuevas Tendencias en la Gestión Pública. Innovación Abierta, Gobernanza Inteligente y Tecnologías Sociales en unas Administraciones Públicas Colaborativas. Madrid: Instituto Nacional de Administración Pública.

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